jueves, 10 de marzo de 2011

Erasmo de Rotterdam, la guerra contra los inexpertos

Hablar sobre este escrito de Erasmo de Rotterdam, refiere hacer una ubicación en quien se está basando el autor para entender el mensaje de este mismo. Primeramente, habla sobre la cualidad que Dios ha otorgado a las especies como los animales, que sin duda, al hombre lo proveyó de otra forma y de características diferentes, que aparece en el tema La guerra contra los inexpertos. Además, aparece el Elogio de la locura donde muestra lo que sucede y qué puede servir al hombre para una mejor “perseverancia”. Al final, se habla de cómo debe ser la actitud de un cristiano, solo que el le llama La educación del príncipe cristiano.

En primer lugar, expresa que la guerra es grata a los inexpertos porque son ellos quienes deben darse cuenta de lo que Dios ha otorgado como cualidades tanto al hombre como a los animales. Estos últimos, les proveyó de sus propias armas. Nos dice: “a los toros los armó con cuernos para la embestida; a los leones, con su furia y con sus garras...los hay por cuya incolumidad veló por la rapidez como a las palomas, también los hay a quienes dio el veneno como arma ofensiva...”1; y no dejó a ninguno desprovisto porque también concedió armas a los que tienen un aspecto horrible.

Sin embargo, al hombre no le fueron concedidas ciertas armas para protegerse y que se vea como el débil, quien no puede bastarse a sí mismo para proteger su vida, no sabe cuidarse de algún peligro. Ya en su búsqueda implora auxilio del prójimo puesto que “es el único viviente hecho para la amistad, fragua y se consolida con la reciprocidad de favores”2; de esta manera, se hace cargo de su vida. Como no posee un aspecto grotesco ni tosco, fue hecho para inspirar benevolencia y amor, dándonos el ejemplo de que se le fue concedido: “amigables ojos, brazos que se abren, el instinto del beso para unir las almas, la risa como signo de alegría; una voz cuyo tono es amigable y suave”3, con todo esto le conduce a utilizarlo para hacer el bien a los demás.

Además, al hombre se le concedió el uso de la palabra y la razón. Al hacer uso de estas, lo lleva a la comunicación con los demás, no puede omitir su pensamiento y compartir su inteligencia, aspectos que no se concedieron a los animales para que haya benevolencia y no haya violencia. Si la violencia provoca el recelo entre las personas, y no se diga de los animales, el hombre puede verse afectado si cae en la soledad ya que inhibe en sí mismo, el amor y la amistad “a no ser que se esté despojado de todo sentimiento humano y haya degenerado como fiera”4.

Por ultimo, se le concedió el interés y empeño en el conocer, tanto lo que observa a su alrededor. Respecto a la capacidad del hombre para separar lo bueno de lo malo, tiene la gran eficacia para adquirir nuevas amistades. Por si fuera poco, distribuyó las dotes tanto del alma como del cuerpo, una centella de la divina mente para que pueda colaborar en alguna necesidad a los demás. Es, en efecto, “lo más propio y natural de Dios: el mirar a todos con su bondad”5.

En el texto llamado Elogio de la locura, abre una introducción a quienes se ven influenciados a tener un mal significado de esta palabra. Lo que el autor busca en este fragmento, es mostrar que la primera y última que está hablando es la locura misma.

Posteriormente, ella misma se relaciona con la palabra “necedad” para dar firmeza a lo que expresa, es decir, en forma de sátira demuestra que ella posee la verdad, ya que posee la virtud de regocijar a los dioses y a los hombres. Que basta con su presencia para deslumbrar el rostro y cambiar el semblante de tristeza en alegría. Aunque seguir dejando claro que la forma de expresarse va a partir del hombre mismo pues también tiene su grado de locura.

El autor busca transmitir que la locura es sincera, transparente y no hay daño alguno en ella. Lo muestra de esta manera debido a las problemáticas que en este tiempo se suscitaron, ya que estaba en su apogeo el Renacimiento (s. XV) y sus peculiaridades en la política, religión, sociedad, economía.

En el trato que el hombre tiene ante la vida, puede percatarse del cambio que de forma drástica suscita en sí mismo ya que la locura puede intervenir en estas situaciones para dar un resplandor a los sucesos que ofusquen el conocimiento de las cosas. Esto, como ejemplo, se puede ver en un sabio que busca el título de prudente y un necio que ni se preocupa en nada pero que su mismo impulso cosecha la verdadera prudencia6; pues el hombre en el trato con la vida, la locura puede suscitarle valor y vitalidad ante lo que realiza.

Además, nos dice que “todas las cosas humanas tienen... dos caras bien diferentes entre sí”7, respecto a la consideración de la felicidad y la infelicidad. Por una parte, si se ve absorbido por las problemáticas y puede verse en apariencias que puedan cautivar a las personas, como una obra de teatro. Lamentablemente, no puede ocultarse de la situación actual ya que evita mostrar una sola cara y un solo atuendo. Por otra parte, se ve envuelto en la infelicidad mostrando lo contrario, es decir, dos caras diversas, varios atuendos y sonreírle a la vida cuando la situación resulta ser distinta. No se trata de varias apariencias por que no se puede actuar como loco cuando en “esta comedia de la vida no se representa de otro modo”8 y, no toda locura, es un infortunio.

En el último apartado se habla de la educación del príncipe cristiano. Para ir dando una mejor claridad a su texto pone el énfasis en que se debe albergar en el espíritu del príncipe los mejores sentimientos hacia Cristo, para integrar de forma progresiva, sus enseñanzas. Al desglosar el comportamiento que debe adquirir el príncipe, realiza una comparación con el mito de la caverna de Platón, sólo que en la época que se encuentra Erasmo de Rotterdam la relaciona con el vulgo para que el príncipe no permanezca en aquella caverna pensando lo que es malo y lo que es bueno.

Posteriormente, quien sea el educador debe orientarlo a que “ame y acoja a la virtud como la cosa más hermosa y placentera y la más digna de un príncipe”9 por que puede verse afectado y ser atraído en las riquezas, volverse más ambicionado, envolverse en los malos placeres y en lo que se ve rodeado el vulgo, en malas acciones.

Respecto a la virtud que ha resaltado el autor, da claridad a lo que puede (el príncipe) aprender que la fortuna no se mezcla con la dignidad, el prestigio, la majestad de un príncipe porque sólo puede protegerse a través de la sabiduría, la integridad y el proceder honesto10, y reafirma que la longevidad se mide en quien ha vivido más feliz y se observa en su obrar, a quien, por el contrario, vive mucho y no lo es. De ahí que lleve al príncipe a pensar que es mucho mejor la virtud misma como regalo, el mirar el bienestar de su pueblo y evitar ser absorbido por lo que el vulgo realiza y toma como placentero, maravilloso. Simplemente, “hay que medirlo por la sola regla de la honestidad”11.

Siempre quede en el príncipe estas ideas para que fortalezca la virtud en él. Debe llevar a cabo su labor mediante acciones excelentes y rechazar toda corrupción, como la que realizan los torpes al no considerar tan grande honor. En forma contraria, un tirano es “una bestia tal que no hay bajo el sol monstruo tan dañino y aborrecible para todo el mundo”12. Señala esta definición por que existen filósofos que menospreciando las falsas apariencias, va en busca de los bienes y no actúa como tal.

1 Erasmo de Rotterdam, "Guerra contra los inexpertos", en: Fernández, Clemente, Los filósofos del renacimiento, BAC, Madrid 1990. p. 198

2Ibidem. p. 199

3Ibid.

4Ibidem. p. 200

5Ibid.

6Cfr. p. 202

7Ibidem. p. 202

8Ibidem. p. 203

9Ibidem. p. 207

10Cfr. p. 207

11Ibidem. p. 208

12Ibid.

3 comentarios:

  1. Me parece que en el texto de Erasmo puede notarse el concepto antropológico, y también explicas el sentido que tiene el hombre al ser creado por Dios. Ante lo expuesto en tu entrada, me parece que la locura proviene de algo, pero ¿la locura, viene por sí misma o proviene a raíz del alejamiento de Dios? ¿la locura, es buena o es mala?

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  2. Interesante el punto de vista sobre la locura, sí puede ser que sea más sincera que lo cuerdo y por lo mismo más verdadera. Creo que en este texto, Erasmo pone a prueba su retórica muy al estilo sofista, probando que una cosa que se tiene por mala puede ser defendida como algo no solo bueno, sino mejor que lo que se tenía por bueno. Sin embargo, no creo que la locura sea lo optimo, y que la cordura, con sus defectos es lo deseable, y lo que nos conduce a la verdad, aún en las falsedades que luego vive.
    ¿tu que opinas de esto?, ¿es pura retórica de Erasmo?, o ¿si apoyas la locura?

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  3. Mi duda es relacionada también con la locura ¿ayuda a conocer la locura y de qué manera lo hace si es cierto esto? lo que pasa es que no me queda claro cómo es que la locura puede ayudar.

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